« Existe una tradiciòn jasídica según la cual Rabí Menahem-Mendel de Kotzk, el "maestro a pesar suyo" - pero se tratará de él, o de otro ? o de muchos otros ? ya no sé-, escribía cada noche una página, única, una página que él quería definitiva; pero que al comenzar cada mañana a releer, ahogaba con sus propias lágrimas, volviéndola ilegible y desesperante a sus propios ojos. Imagino que, llegada la noche, sobre esta misma hoja, apenas seca, intentaba de nuevo legarnos la verdad. »
Pero por qué ? Por qué ese flujo y reflujo de texto ? La tradición, que yo sepa, no nos responde claramente. Es que la página escrita fracasaba en el intento de decir lo esencial ? O por el contrario lo lograba demasiado bien ? O es que ella acusaba a su autor de una lucidez definitiva, y que por medio de las lágrimas lo llevaba cada mañana a un estado aún más original del deseo ?


Georges Didi-Huberman
 
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