este modelo con el busto de yeso y las telas, era suyo y lo desarmaba apenas llegábamos al taller.

   
 
 

... estos son modelos que Pipo armaba para enseñar. Todo era armado por él para nosotros. La silla hamaca está cubierta con tela porque fue el comienzo de refacción del taller cuando volvió de la expo en Córdoba, en la galería de Giacomo Lo Bue. Los toritos y algunas máscaras eran de un grupo de la comunidad boliviana a quienes él les guardaba las cosas.
Fue un momento de cambio apertura y energía, creo que ya sabía que estaba enfermo. Espero que esto sirva para que quienes lo conocieron se reecuentren con los modelos y nuestro querido amado por siempre Maestro, y, los que no tuvieron esa suerte lo encuentren, se aproximen, lo conozcan y lo aprecien como él se merece.

 
 



 
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Testimonio de Alicia Caldarone.

Las fotgrafías fueron tomadas en el taller de José Pipo Ferrari, de la calle Donato Alvarez.